Rene Crabos, figura legendaria del rugby francés, definió en forma maravillosa la vida de un jugador de rugby dentro del juego a través de lo que él llamó "los tres tiempos del rugby", y dada la similitud con la forma de vivir nuestro juego, es que queremos recordar en qué consisten.
Para muchos y no sin razón, es el más importante de todos. Es el tiempo de reencuentro con los oponentes y el árbitro. Luego de la "batalla". Es el tiempo de agradecimiento mutuo por haberse ayudado a disfrutar el juego. Es el Tiempo de reconocimiento de alguna falta cometida y el momento de limar cualquier aspereza. Es el tiempo de las celebraciones, los tragos y los cánticos. Cuando jugamos en casa debemos atender a nuestros visitantes ofreciéndoles todo nuestro calor de hombres de rugby. Cuando visitamos otro club debemos aceptar lo que nos ofrecen. En el tercer tiempo conocemos a la persona que encierra al jugador con el que acabamos de competir duramente. Así se forjan lazos de amistad que duran para siempre. No participar del Tercer Tiempo es no haber entendido el juego, por más grandes que sean las condiciones exhibidas durante el partido, más aún no se habrá gozado plenamente de la maravillosa aventura del rugby. Durante el primer y el segundo tiempo nos preparamos para ser "jugadores de rugby" y en el "tercer tiempo" completamos nuestra formación para ser verdaderos "hombres de rugby".
Ahora, sin más que decir, les mando unas cuantas fotos del 3er. tiempo. Nos hubiese gustado confraternizar un poco mas con los hermanos de UDABOL, pero, por razones de tiempo, no se pudo. SALUD TERCER TIEMPO
Para muchos y no sin razón, es el más importante de todos. Es el tiempo de reencuentro con los oponentes y el árbitro. Luego de la "batalla". Es el tiempo de agradecimiento mutuo por haberse ayudado a disfrutar el juego. Es el Tiempo de reconocimiento de alguna falta cometida y el momento de limar cualquier aspereza. Es el tiempo de las celebraciones, los tragos y los cánticos. Cuando jugamos en casa debemos atender a nuestros visitantes ofreciéndoles todo nuestro calor de hombres de rugby. Cuando visitamos otro club debemos aceptar lo que nos ofrecen. En el tercer tiempo conocemos a la persona que encierra al jugador con el que acabamos de competir duramente. Así se forjan lazos de amistad que duran para siempre. No participar del Tercer Tiempo es no haber entendido el juego, por más grandes que sean las condiciones exhibidas durante el partido, más aún no se habrá gozado plenamente de la maravillosa aventura del rugby. Durante el primer y el segundo tiempo nos preparamos para ser "jugadores de rugby" y en el "tercer tiempo" completamos nuestra formación para ser verdaderos "hombres de rugby".
Ahora, sin más que decir, les mando unas cuantas fotos del 3er. tiempo. Nos hubiese gustado confraternizar un poco mas con los hermanos de UDABOL, pero, por razones de tiempo, no se pudo. SALUD TERCER TIEMPO